martes, 7 de septiembre de 2010

Otro informante del NIE es atacado y se mantiene aislado para salvar su vida


 (Primera Hora / Fotomontaje/ Gary Javier)

martes, 7 de septiembre de 2010
Farasch López Reyloz / Primera Hora

Desde hace más de un mes se refugia en el interior de la Isla tras ser tiroteado cuando viajaba en su auto porque aparentemente “lo leyeron”. Es así como los informantes se refieren a que han sido identificados o descubiertos por el grupo en el que están infiltrados.

Se trata del tercer informante del Negociado de Investigaciones Especiales que Primera Hora ha sabido que ha sido atacado peligrosamente en los meses recientes.
Trabajaba en la misma zona que el confidente que fue brutalmente golpeado hace ya varias semanas y del que Primera Hora mostró las secuelas del ataque que sufrió por la falta de seguridad que le brinda la misma agencia para la que colaboran en esclarecer los casos.
En este asunto, el supervisor encargado del área en la que el confidente del NIE trabaja también tiene pleno conocimiento de este caso.

La razón por la que se encuentra prácticamente confinado en una casa de alquiler temporero es porque su vehículo fue tiroteado en el mismo pueblo en el que participaba de una investigación sobre un grupo de civiles que trafica armas y drogas.
“Aparentemente, me leyeron”, dijo a este diario. Pero, agregó, no recibió el “respaldo inmediato” del NIE para protegerlo.
“Cuando vieron que estuvieron a punto de matarme, entonces me mandaron para acá, pero es que se habían cometido errores desde el principio y estoy seguro que eso tiene que ver con que atentaran contra mí”, insistió el confidente.
Cuando asegura que se cometieron errores, éste se refiere a que cuando arrendaron el lugar donde debía ubicarse para poder realizar la investigación, agentes del NIE fueron con él a firmar el contrato y se le reveló al dueño de la residencia el propósito del alquiler. De esta forma, un civil ajeno a la investigación en proceso ya tenía conocimiento de su paradero y del trabajo que realizaba como informante.
“No te protegen desde el inicio. Te prometen villas y castillas, pero nada de eso se cumple”, sentenció el informante mientras compungido también confesaba que se encontraba deprimido y desesperado por su situación actual.

Asimismo, al cumplir el mes en su nuevo paradero dice haber estado completamente solo.
“Estoy volviéndome loco, sin contacto con familiares o amigos. Mientras todos ellos duermen tranquilos en sus casas, yo me hundo en la depresión. Este sacrificio no vale la pena”, recalcó.
A pesar de que la agencia lo reubicó en el lugar donde se encuentra, no le ha asignado protección y en más de un mes sólo le han dado la cantidad de $500, que recibió en dos pagos, para cubrir los gastos de utilidades como su celular, alimentos y gasolina. Aunque suene increíble, él mismo debe abandonar su refugio para ir a comprar sus víveres.
“Pasan semanas y ni siquiera me llaman”, aseguró.
Igual que en el resto de los casos, la familia de este confidente del NIE es una preocupación constante para él.
“No saben el tipo de trabajo que estoy haciendo, ni siquiera saben que me moví de residencia”, sostuvo.
Después de prestar sus servicios persuadido por las promesas que le hicieron en el NIE, ahora anhela ansioso la hora de poder retomar su vida y de incluso abandonar la Isla.
Y es que éste se rehúsa a regresar al albergue de testigos del Departamento de Justicia, donde ya estuvo en una ocasión anterior, porque es un lugar inhóspito en el que “hay agentes que te tratan como un criminal, te hablan malo, allí la gente recibe toda clase de maltrato al punto que muchos testigos y víctimas se evaden porque no soportan estar allí”.

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